jueves, 29 de enero de 2009

Ver la vida con un sólo ojo

La similitud de todas las personas originarias del este asiático es mundialmente reconocida. Pero años atrás había una señal inconfundible de que un turista era de origen japonés: la cámara de fotos.


Los nipones se caracterizaban por viajar alrededor del mundo, cámara en mano fotografiando cuanto se les cruzaba por el camino. Viendo la vida con un sólo ojo, y dejando el otro en la mirilla de la cámara para no perder la oportunidad de tener una buena toma.


Innumerables bromas y comentarios al respecto se han proferido sobre esta cuestión. Pero el tiempo les dio la razón, y con el avance de la tecnología y la aparición de las cámaras digitales todo el mundo fue copiando esta costumbre de inmortalizar cada momento.


Esta nueva costumbre de retratar cada cosa ha producido un nuevo síndrome en el que la gente no recuerda lo que ha vivido y tienen fotografías de momentos que no registran en su memoria, y al verlas nuevamente se preguntan porqué las habían tomado en primer lugar.


Así se les pasa la vida esperando el momento justo para la fotografía perfecta, en lugar de disfrutar las vivencias y guardar recuerdos de olores, sonidos y sensaciones que van mas allá de una mera imagen capturada por una lente fotográfica.


Piensan que la fotografía de un momento maravilloso les hará recordar lo maravilloso del momento años después, pero lo cierto es que gran cantidad de esas fotografías pasarán al olvido sin ser vistas nuevamente, y que otra gran parte nos producirán sensaciones que distarán notablemente de las sensaciones que podríamos haber tenido si hubiésemos disfrutado del momento en lugar de preocuparnos por inmortalizarlo. Es hora de abrir los ojos y darnos cuenta que nada es para siempre.


No dejemos que nuestro deseo de perdurar nos quite la oportunidad (y el derecho) de disfrutar cada momento.

jueves, 22 de enero de 2009

¡Al Colón!


El 25 de Mayo de 1908, y tras casi 20 años de construcción, se inauguró el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires, uno de los complejos artísticos más importantes de América.


El edificio ocupa 8.200 metros cuadrados y en el año 1989 fue declarado Monumento histórico nacional.


Dentro de la construcción funcionan el Instituto Superior de Arte, una biblioteca, el Centro de Experimentación Musical y los talleres donde se fabrican la mayor parte de las puestas de escena, telones, elementos escenográficos, vestuario y todo lo necesario para los distintos espectáculos que en el teatro se presentan.



Pero ni un edificio tan completo y maravilloso como el Colón se salva del paso del tiempo, y es por eso que las autoridades encargadas han tomado la decisión de realizar obras para modificarlo y ponerlo al día.


El gobierno de Mauricio Macri puso en marcha un plan de reestructuración del Teatro Colón con un costo total de 280 millones de pesos y se incluyen cambio como cerrar camarines para abrir una confitería, y los camarines pasarán al lugar donde funcionaban la peluquería, el taller de mecánica escénica y el depósito de fotofilmación. El destino de estos espacios desplazados por los nuevos camarines es completamente desconocido.


Concluyendo, el nuevo Teatro Colón tendrá 2 confiterias, 4 salas VIP y nuevos gift shops en los lugares hasta donde hace poco funcoinaban talleres y salas de ensayo.


Otra muestra del compromiso que Mauricio Macri su gente tienen con la cultura.


Fuente: La Nación