Ayer fue interpelada la ministra de Salud de Chaco Sandra Mendoza, esposa del Gobernador Jorge Capitanich, por presunto mal desempeño de sus actividades permitiendo la propagación del dengue en la provincia.
Como marca la ley, los interpelados tienen derecho a hacer una exposición inicial sin ser interrumpidos. Escudándose en éste derecho, la ministra comenzó su defensa. 6 horas después de empezar a hablar largó la frase "Pasemos al primer punto", y su discurso duró un total de 11 horas. A la 1 de la mañana (la interpelación comenzó al rededor de las 9:30 de la mañana) Sandra se excuso diciendo que debía tomar un medicamento y nunca volvió.
Hace poco el Gobernador Capitanich y su esposa habían tenido una discusión, tras lo cual ella tomó su camioneta y chocó varios vehículos oficiales. No hay que ser un genio para ver que la vida matrimonial del mandatario chaqueño es un calvario. No darle el control remoto cuando la mujer lo pide puede terminar en una danza aérea de los adornos del hogar, y una pregunta como "¿Estoy Gorda?" puede ser seguida por un discurso de 11 horas.
Fuente: Clarin