La semana pasada se dio media sanción en Argentina a la ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo.
Durante la prolongada sesión se escucharon argumentos de lo más diversos a favor y en contra de la nueva ley.
Entre las perlitas de la votación se puede remarcar a la diputada Susana Díaz de Tucumán que mientras sesionaban se dedicó a hacer crucigramas y sólo espero al momento para levantar la mano y votar. Más allá de lo que haya votado hubiese sido interesante que preste atención a los distintos argumentos, por lo menos por respeto al pueblo que la puso donde está para que haga su trabajo.
Otra anécdota que quedará en las anales será la abstención de Carrió, que dijo que "podría votar en contra de la ley y quedar bien con la iglesia o votar a favor y quedar bien con la comunidad". Días después dijo que no podía decidir porque el matrimonio es un sacramento. Haciendo un análisis se podría conjeturar que quería votar en contra de la ley, pero sabía el costo político de dicha decisión. Un nombre más para la lista de quienes van a parar al infierno de los tibios.
Luego que se diera media sanción al proyecto la polémica no se detuvo. Por un lado un cura mendocino, contrariando lo que dice la iglesia, dio su apoyo a la ley de matrimonio homosexual. En la contracara un diputado riojano dijo que se expresaba en contra de la ley porque los homosexuales son enfermos mentales y hasta sugirió que se debería abrir una clínica donde atenderlos.
Desde nuestro humilde lugar nos expresamos a favor de la ley y queremos saber qué opinan nuestros lectores.
Resultados de la encuesta
A favor: 10 votos (76%)
En contra: 3 votos (23%)
NS/NC: 0 votos (0%)